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Gobierno y PSC, ‘aliados electorales’ del correísmo

Los resultados de los comicios locales de 2023 desencadenaron una crisis en el Partido Social Cristiano (PSC) que bien podría ser la más grave luego de la muerte de su fundador, el expresidente del Ecuador Camilo Ponce Enríquez (1976).


Luego de 31 años, perdieron el control de sus principales búnquers: la prefectura del Guayas y la alcaldía de Guayaquil. Así, el correísmo logró lo que no pudo ni en los mejores tiempos del expresidente Rafael Correa.


Hasta ahora todo apunta a que también recuperarán o mantendrán otros bastiones importantes como la prefectura de Pichincha, de Azuay, de Manabí, la alcaldía de Quito, Santo Domingo, Esmeraldas, entre otras.



Fuente: @MashiRafael en Twitter


¿Qué ocurrió? Tuvieron al Gobierno Nacional como un gran ‘aliado electoral’. La falta de empleo, la inseguridad y el acceso limitado a beneficios tangibles, sumado a los escándalos de supuestos actos de corrupción alimentaron la creencia de que antes estábamos mejor.


De hecho, ese fue el mensaje principal de la campaña correísta. Supieron posicionar de forma acertada la idea de que votar en favor de los candidatos de la Revolución Ciudadana era una forma de alentar el retorno de su caudillo prófugo, Rafael Correa. Lo cual, por cierto, no es tan fácil en el corto plazo.


La mayoría de la gente votó este domingo 5 de febrero de 2023 con una dosis de fe en el pasado y otra dosis de amargura con el presente. Sin importar quiénes eran los candidatos o si hicieron una gestión aceptable, en el caso de las reelecciones. Se reeditó lo ocurrido en las elecciones pasadas de asambleístas. No hubo mérito individual, sino la fortuna de estar cobijado de una fuerza nacional.


A los electores les dio lo mismo que Aquiles Álvarez en Guayaquil sea un ilustre desconocido. Que en Santo Domingo Johanna Núñez haya sido señalada por presuntos vínculos con bandas criminales. O que en Quito gane Pabel Muñoz, con su personalidad de plomo.


Votaron en contra del Gobierno, pero también de un modelo socialcristiano que en los últimos años no ha podido reducir la brecha social entre los pocos que se beneficiaron de su administración y la gran mayoría de personas que sobreviven cada día en los barrios.


El PSC se resquebrajó con la salida de cuadros importantes como César Rohon y Cristina Reyes. Se abrieron frentes con actores determinantes en la opinión pública como Diario Expreso, que desnudó la corrupción municipal.


La sobre actuación política de Cynthia Viteri también terminó alejándola de las preferencias y la falta de resultados tangibles en materia de seguridad decepcionó al electorado.


No solo se truncó el anhelo socialcristiano de mantener sus bastiones políticos históricos, sino también la posibilidad de lograr la Presidencia de la República para volver a los años dorados de Camilo Ponce Enríquez, como muchos esperaban.




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