Los navíos de tres de las cuatro principales fuerzas políticas, que se impusieron en los comicios generales del año pasado, comienzan a hacer agua en el arranque de la pre- campaña para las presidenciales de 2025.
El correísmo, dividido y arrinconado por el oleaje judicial de los casos Metástasis, Purga y Plaga; que han dado luces sobre sus vínculos con oscuros y tenebrosos personajes, analiza una alianza con una facción del movimiento indígena. Así, esperan pelear -probablemente y en el mejor de los escenarios- al menos un tercer lugar para mantener la parcela de poder en la Asamblea Nacional.
Ronny Aleaga Santos, exlegislador de la bancada correísta y actualmente buscado por la justicia.
Construye, que se alistaba para participar con una candidatura capaz de aglutinar a la oposición y a quienes honran el legado de Fernando Villavicencio, fue emboscada por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
El organismo la eliminó del registro de organizaciones políticas argumentando que no se presentó el informe económico y financiero del ejercicio fiscal 2022. Construye ha explicado que no tenía obligación de hacerlo porque no receptó fondos y si bien aún tiene recursos de apelación, por ahora no hay forma de inscribir candidaturas.
El Partido Social Cristiano (PSC), en cambio, se quedó sin el candidato útil con el que esperaban mantener o incrementar su número de asambleístas en el poder legislativo. Jan Topic se bajó del barco antes de que se hundiera y eso puso a correr al socialcristianismo.
El partido ofreció dar el nombre de su candidato a la presidencia el 8 de junio y, ante la urgencia, cobra fuerza la posibilidad de que el ungido sea el actual presidente de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle.
Presidente de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle, es un opcionado del PSC.
La única fuerza que se mantiene es ADN, del presidente Daniel Noboa, pero agotando los salvavidas que le quedan. Luego de lo ocurrido con el caso Olon, que involucró y afectó la imagen de uno de sus principales activos de campaña: Lavinia Valbonesi, experimenta un lento pero descendente desgaste, producto de errores propios.
Además, Noboa deberá encargar la presidencia para ser candidato y su vicepresidenta, Verónica Abad -con quien tiene públicas y graves diferencias- podría sentarse en Carondelet y ser un árbitro determinante en el devenir de los comicios.
En este contexto, ¿quién se perfila hasta ahora como posible contrincante de Daniel Noboa? Esta semana, el nombre del exministro de Gobierno y ex asambleísta Henry Cucalón comenzó a repetirse.
Él es visto como una alternativa democrática. Hay consenso en torno a la creencia de que es alguien con quien se puede dialogar. Tiene línea de comunicación con la mayoría de los movimientos políticos, experiencia en lo público y podría ser una figura que aglutine a los sectores que buscan una opción moderada.
No obstante, su lastre es haber sido ministro del expresidente Guillermo Lasso. Si se postula por el Movimiento CREO, lo más probable es que absorba los bajos números que lo acompañan.
La negación de la fiscal general, Diana Salazar, para postularse a las presidencia abrió una escotilla para que un o una outsider entre en la contienda. Una persona que represente a los electores antisistema, que salga del clivaje correísmo-anticorreísmo, que entienda a los jóvenes más allá de los prejuicios o el TikTok y que sepa nadar con naturalidad y destreza en ese nuevo campo de contienda que es el inmenso mar de la esfera digital.
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